La apertura al público del Museo del Motor en Finestrat, junto a Benidorm, el próximo sábado 1 de abril, supone la culminación de un ambicioso proyecto para dotar a la comarca de la Marina Baja de Alicante de unas instalaciones de más de 4.000 metros cuadrados dedicados a la historia del automóvil.
En un edificio singular de tres plantas se reparten la exposición permanente de vehículos clásicos y vehículos de cine, así como un área dedicada a la educación vial y formación, un taller de restauración, una sala de proyecciones, un espacio lúdico infantil, una zona de restaurante (food truck) y una tienda de souvenirs y automobilia.
En palabras del creador del museo, “se trata de hacer algo más que un parking de coches antiguos, queremos implicar al visitante, mostrándole los secretos de nuestros coches e invitándole a aprender cómo funcionan estas joyas que cambiaron el mundo”.
La colección la componen unos 60 vehículos propios y algunos otros en régimen de cesión. Entre las piezas de exposición destacan desde un Dodge Brothers de 1923, pasando por un Cadillac Fleetwood limusina de 1962 que perteneció al gobierno español, dos Delorean DMC-12 en impecable estado de conservación o un exclusivo Aston Martin Lagonda, del que solo se fabricaron 645 unidades.
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